

Pasamos mucho más tiempo en nuestros espacios de trabajo que en nuestras casas. La mayoría de nosotros salimos muy temprano para lograr cruzar la ciudad, y llegamos por la noche a nuestras casas prácticamente a cenar y dormir. Pasamos tanto tiempo en nuestros espacios de trabajo que lo mínimo que las empresas pueden ofrecer es un ambiente empático, congruente y de respeto. Llegar a las empresas y tener relaciones hostiles con compañeros y empleadores genera en el colaborador niveles altos de ansiedad que resultan en falta de interés por parte de este, lo que se traduce en errores en su área laboral.
El mobbing, o acoso laboral, ha ido en aumento con el paso de los años, es algo que siempre ha existido, pero que hoy en día nos sentimos más seguros de platicarlo sin miedo a perder nuestro trabajo. Desafortunadamente, en México el acoso laboral se ha ido normalizando a lo largo de las décadas y se presenta de forma tan diversa que es complicado identificarlo en nuestro día a día. Lo que es cierto es que, de acuerdo con las últimas estadísticas creadas en el 2019, el 35.7% de los colaboradores de las empresas se han sentido vulnerados dentro de sus centros de trabajo.
El acoso laboral (mobbing) es ejercer violencia psicológica de manera repetitiva a un individuo por un tiempo prolongado. El acosador o acosadores, pueden ser sus compañeros de trabajo (mobbing horizontal), su superior (mobbing vertical) o el mismo empleador (mobbing de dirección). No hay una razón específica por la que la violencia se presenta, aunque en algunos espacios de trabajo lo utilizan como método para que alguno de los colaboradores renuncie y la empresa se ahorre su indemnización.
Las consecuencias de sufrir acoso laboral dependerán de cada persona, de su autoestima, personalidad y su autoconcepto. Sin embargo, constantemente las víctimas presentan ansiedad, depresión, aislamiento, trastornos en el sistema nervioso, deficiencias inmunológicas y cambios de humor.
¿Cuáles conductas debo entender como violencia psicológica?
Existe un gran número de conductas que se pueden entender como violencia psicológica, pero las más recurrentes son:
- Se dirigen a ti con gritos, insultos o amenazas.
- Criticas destructivas.
- Modificar tareas u objetivos buscando deliberadamente que la persona cometa errores.
- Hacer bromas de mal gusto de manera continua.
- Atacar u opinar sobre su vida privada sin previa autorización.
¿Qué hacer si me considero una víctima de mobbing?
El primer paso es reportar el abuso con el departamento correspondiente (RH, Gestión de Talento, etc.). Si el departamento no levanta un acta administrativa en contra de las personas involucradas, lo mejor será concluir el contrato con la empresa y pedir indemnización por despido (liquidación).
En caso de que tu compañía no actúe de manera positiva, puedes acudir a denunciar los hechos a la STPS (Secretaría del Trabajo y Previsión Social), quien está obligada a hacer una investigación. Si el empleador llegara a negarse a realizarla tendría que pagar, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo artículo 994, hasta 5,000 salarios mínimos.
Las pruebas que se piden para demostrar acoso son: fotos, documentos, videograbaciones, grabaciones de voz o testigos.
¿Cómo empresa que puedo hacer para que esto no suceda?
- Prevenir. El acoso laboral es como un tumor que una vez que inicia se extiende de manera veloz. Lo más importante que podemos hacer como empresa y como departamento de Gestión de Talento (RH), es establecer normas de conducta claras con un código ético inquebrantable. Además, debemos fomentar el trabajo en equipo, promover un espacio de crecimiento, estar en constante desarrollo de un clima agradable, respetuoso y empático, y lo más importante PREDICAR CON EL EJEMPLO.
- Generar una política de tolerancia cero a conductas violentas y/o sexuales, verbales o no verbales, y de hostigamiento.
- Aplicar instrumentos diagnósticos de forma continua. Con la finalidad de prevenir al detectar oportunamente aquellos eventos que podrían desencadenar en acoso o violencia laboral.
- Crear un protocolo de actuación.
- Presentar la queja ante el departamento de Recursos Humanos de las empresas.
- Dar seguimiento y control.
- Determinación de la situación.
- Aplicar consecuencias.
Si tu empresa aún no cuenta con un protocolo para actuar en casos de mobbing (acoso laboral), nuestras especialistas de Alvear y Asociados te pueden acompañar en su creación. Recuerda que contar con un protocolo claro, permitirá que tus colaboradores se sientan seguros en su espacio de trabajo.
Este boletín fue elaborado por Raziel Alvear raziel@alvear.com.mx